Crespón Negro en Homenaje a los Pacientes Renales fallecidos por Covid 19

Es conocido el alto impacto que está teniendo la pandemia de Covid-19 en las residencias de ancianos y la alta tasa de letalidad que está teniendo en las personas que se encuentran confinadas en éstos centros. Pero hay otro colectivo menos conocido y que está sufriendo el impacto de la pandemia sin que se estén poniendo los medios necesarios para frenarla: las personas con enfermedad renal crónica, especialmente aquellas en tratamiento de hemodiálisis. La prueba de ello es que este colectivo ha aumentado un 25% el número de contagios en la semana pasado (251 nuevos casos), mientras la población general reduce sus contagiados.

 

Las personas en hemodiálisis necesitan este tratamiento para seguir viviendo y tienen que acudir 3 veces al día durante cuatro horas a “filtrar” su sangre y con ello seguir viviendo porque sus riñones dejaron de funcionar. Son ya 828 las personas en hemodiálisis infectadas de Covid-19, de las cuales han muerto 224. Los pacientes en hemodiálisis son 63 % de los pacientes renales en tratamiento renal sustitutivo infectados y se han infectado un 3,3 % del total de pacientes renales en España (24.891), con una tasa de letalidad del 27,1%.

 

Las personas en tratamiento renal sustitutivo fallecidas, tienen una tasa de letalidad del  25%, más del doble que en la población general, con una tasa de contagio de más del 2%, frente a menos del 0,5% de la población general.

 

Hacer pruebas de Covid-19 a estas personas es ya una necesidad “urgente”, no sólo por su alta probabilidad de contagio en personas no sintomáticas, sino por el alto riesgo de muerte que tienen. Estas pruebas permitirían organizar mejor, entre otros aspectos, el transporte sanitario que utilizan entre infectados y personas libres del virus, ya que lo habitual es que tengan que compartir ambulancias para el traslado a su tratamiento de hemodiálisis.

 

Desde ALCER no se entiende por qué no se están haciendo las pruebas a todas/dos los pacientes que están en dicho tratamiento y utilizan el transporte en ambulancia puesto que “en ello les va la vida, dado que uno de cada 4 pacientes que se infectan fallecen y ya sabemos cómo evitarlo, porque los pacientes tienen que acudir 3 veces a la semana al mismo centro sanitario u hospital”, comenta Daniel Gallego, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones ALCER.

 

“Son ya muchos los pacientes contagiados y fallecidos dentro de nuestro colectivo, no sólo pacientes en hemodiálisis (la mayoría, un 63%) sino también entre las personas trasplantadas de riñón y aquellas que están en diálisis peritoneal o hemodiálisis domiciliaria”, comenta Daniel. Por este motivo ALCER mantendrá su logo con un lazo negro en homenaje y memoria de todas y todos los pacientes renales que, lamentando su perdida, han fallecido a causa de esta pandemia.

 

Según los últimos datos del registro de enfermos renales de la Sociedad Española de Nefrología son ya 1.314 las personas en tratamiento renal sustitutivo (diálisis o trasplante renal) infectadas de Covid-19, con tasas de letalidad de hasta el 27,1 % en el caso de las personas en tratamiento de hemodiálisis, lo que suponen más del doble que en la población general. En total los fallecidos ascienden a 327 pacientes renales, de los cuales 224 estaban en tratamiento de hemodiálisis, 94 trasplantados y 8 en diálisis peritoneal.

 

 

Sobre ALCER:

 

La Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER) es la entidad que representa a las personas con enfermedades renales crónicas y en tratamiento renal sustitutivo (diálisis o trasplante renal). Se creó en 1976, declarada de Utilidad Pública desde el año 1984 y ofrece servicios de tanto a pacientes como familiares para la mejora de su calidad de vida.