Óscar Pérez, alcalde de Valdés: tener que derribar parte del edificio del Cine Goya «es un palo muy duro»

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El ayuntamiento de Valdés finalmente deberá derribar el exceso de volumetría del Cine Goya de Luarca. «Es un día de abatimiento y tristeza», reconoce el alcalde, Óscar Pérez, que lamenta que no se haya podido salvar la construcción en el estado actual, pese a haber alcanzado un acuerdo con la propiedad que, inicialmente, había llevado la situación a los tribunales. A finales de agosto o en septiembre de 2020, comenzará la obra de derribo: rebajar la altura del último piso y dejar expedito el callejón sobre el que se levantaba la planta lateral (donde están escaleras y baños). El presupuesto municipal de 2020 contemplaba ya una partida de trescientos mil euros para llevar a efecto esta demolición, sin finalmente los tribunales decían que era necesaria. Llegados a esta situación, el equipo de gobierno descarta completamente que el edificio pueda albergar el Auditorio que en él se había proyectado. Sí podría acoger el Museo del Calamar Gigante. En cualquier caso, explica el alcalde, Óscar Pérez, esa obra de demolición parcial deberá acometerse con precisión de cirujano. Porque según el estado en el que finalmente quede la construcción, se estudiará a qué dedicarla y si se rehabilita o no.

Carlos López, portavoz del PP de Valdés, lamenta que finalmente se deba llegar a la demolición de parte del edificio del Cine Goya. Piensa que deberán dirimirse las responsabilidades derivadas de la situación actual, que se inició hace una década. Se han invertido «3 millones de euros en hacer la obra», habrán de destinarse trescientos mil euros a derribar parte de la misma y después, más dinero a rehabilitar la construcción. Todo, en un edificio que nunca ha llegado a abrir sus puertas al público.

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