Alrededor de 200 personas según los convocantes – la asociación BioEo- se reunieron en el muelle de Figueras (Castropol), el sábado, para manifestar rechazo al proyecto de remodelación del puerto y de construcción de un nuevo dique, con lemas como «Salvemos la ría» o «Figueras sí, Muro no». El proyecto, en fase de adecuación a las alegaciones presentadas, ha sido diseñado por Infraestructuras Portuarias. Tiene un presupuesto de 3,6 millones de euros.
Casilda López, integrante de Bio Eo, vecina de Figueras «y con embarcación aquí», manifestaba su rechazado al proyecto. Porque, entre otras razones, «el tesón está muy cerca del rompeolas» actual, donde iría emplazado el nuevo dique: «tendrán que estar dragando día y noche» si la obra va adelante. Juan Martínez, desde Greenpeace, calificó de «total desastre ambiental» el que se perpetrará si el proyecto va adelante; por éso «hay que evitar que se empiece a construir, porque beneficiará a algunas personas del pueblo pero perjudicará a la mayoría», asegura. Antonio, habitante de Figueras, reivindicaba la inversión de dinero no en esa obra, sí en otros servicios necesarios, como los relacionados con la salud y la atención sanitaria. Miriam Moya, teniente de alcalde de Castropol, aseguró que, con el resto de concejales del equipo de gobierno, acudía a Figueras para «escuchar», aunque sin dejar de recordar que «en su día, en el ayuntamiento se recibió un escrito de todas las asociaciones de Figueras solicitando la ampliación del puerto». Evaristo Lombardero, miembro de Plataforma en Defensa de la Ría, recalcó que el estudio de dinámica litoral realizado para justificar la obra contiene «tiene unas falsedades evidentes».
Ante los concentrados, se dio lectura al manifiesto «Ayúdanos a defender la ría», exponiendo los motivos que llevan a la asociación Bio Eo a oponerse al proyecto de remodelación del puerto y de construcción del nuevo dique. Entre otros, el «claro atentado ecológico y paisajístico» (que supondría) que empequeñece aun más la ría, colapsada en veran por las embarcaciones de recreo a motor» o la privatización de la zona portuaria en favor de quienes tengan una embarcación.
