El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha visitado este lunes tanto Valdés como Villayón, para ver cómo han quedado las zonas calcinadas por los incendios forestales de los últmos días. Tras asegurar que los montes quemados no podrán ser cambiados de uso, ni se podrán emplear para la instalación de éolicos, ha insistido en que el objetivo fundamental será recuperar la actividad forestal, ganadera y turística.
Señaló el presidente que, en un momento como el actual, se necesita la unión del pueblo asturiano y huir de los electoralismos. Y que la catástrofe originada por los incendios de los últimos días supondrá un antes y un después para reforzar las tareas de prevención y de protección a los pueblos. Anunció también que queda paralizado el nuevo Plan Forestal, que estaba a punto de salir a información pública.
El alcalde de Valdés, Óscar Pérez, se congratulaba de que el gobierno regional reitere su apuesta: que el suelo quemado no pueda ser recalificado (en Valdés seguirá teniendo el mismo uso que antes, agrícola y forestal). Calcula que han quemado alrededor de 16.000 hectáreas de terreno (la mitad de la superficie del concejo) y un cáculo preliminar habla de 25 inmuebles daños (sobre todo, segundas viviendas, pajares y alguna casa abandonada) aunque serán ahora otras administraciones las que tendrán que calcular los daños. Y ha instado al gobierno regional a solicitar la declaración de zona catastrófica. Asegura además que la parte del municipio que no ha sido pasto de las llamas (Luarca, Santiago, Otur y La Montaña) «tirará» de la otra parte más afectada. En cualquier caso, ha asegurado, «nos repondremos de esta calamidad» y ha pedido la ayuda del resto del Principado para que visite el concejo y no abandone al tejido social.
En Villayón, la alcaldesa, Estefanía González, que desconoce aún cuánta superficie del municipio se ha visto afectada por el fuego, destaca que de saber que iban a tener que hacer frente al fuego en soledad, la intervención se hubiera planteado de manera diferente desde un principio. Dieciséis operarios municipales, doce tractores de otros tantos ganaderos del municipio y alguno más llegado desde Valdés, y trabajadores de una BRIF que perdieron de intervenir durante algunas horas por no tener un mando que les diera órdenes, fueron los efectivos con los que contaron estos días. Sí cree imprescindible, y así lo trasladará al presidente del Principado, que todas las concentraciones parcelarias contemplen, desde un inicio, la construcción de pozos de agua contra incendios, que permitan cargar con rapidez y actuar contra el fuego con la mayor celeridad posible.
