La Consejería de Salud ha constatado la disminución del consumo de alcohol y tabaco entre los jóvenes de 15 a 34 años. Esta es una de las principales conclusiones de la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España 2022 (EDADES), que en Asturias se ha realizado de forma ampliada, según ha destacado hoy la directora general de Salud Pública, Lidia Clara Rodríguez, durante la presentación del estudio. Rodríguez ha señalado que la encuesta, que se realiza con carácter bienal, revela que la denominada Generación K (la nacida en este siglo) “percibe que el alcohol y el tabaco son dañinos para la salud, y por lo tanto reducen su consumo”.
El sociólogo y técnico de Salud Pública Antón González ha apuntado durante la presentación que este cambio de percepción y de pautas de consumo entre la población asturiana más joven se debería fundamentalmente “al efecto de las campañas de sensibilización sobre el consumo de sustancias nocivas, el nivel educativo y la conciencia crítica de las nuevas generaciones, unido a los valores ligados a una vida saludable y a la buena imagen de la sociedad actual”.
Los datos del trabajo constatan que las sustancias de mayor consumo son el alcohol, el tabaco, los hipnosedantes y el cannabis. Casi 80 de cada 100 de los encuestados reconoce haber bebido y el 37,3% haber fumado. El 12,4% ha tomado benzodiacepinas, el 7,8% cannabis, el 4,9% analgésicos opioides y el 1,3% declara haber consumido cocaína. Por sexos, los hombres consumen más alcohol y cannabis que las mujeres, y éstas más hipnosedantes que los varones. La edad media de inicio al consumo de alcohol y tabaco se sitúa en ambos sexos en torno a los 16 años. Los consumidores de cannabis, anfetaminas y cocaína lo hacen antes de los 25 años. En el caso de benzodiacepinas, opioides y cigarrillos electrónicos el consumo se retrasa a los 35 años.
La población encuestada considera que el consumo diario de tabaco; el semanal del cannabis y de analgésicos opioides, y el mensual de la cocaína suponen un riesgo para su salud. Sin embargo, el consumo en fin de semana del alcohol no se percibe como un riesgo, y sigue siendo la droga legal más aceptada.
Desde el inicio de la encuesta EDADES en 1995, se ha observado una disminución del consumo diario de alcohol en Asturias. De hecho, en el estudio se evidencia que los asturianos entre 15 y 34 años tienen un menor consumo que la media nacional (el 10,6% frente al 12%).
Por grupos etarios, el 67,9% de los encuestados más jóvenes reconoce que ha tomado alcohol en el último mes frente al 74% de las personas entre 35 y 64 en Asturias. Esta estadística se reduce aún más en el caso del consumo diario: el 1,6% de los más jóvenes frente al 12,9% de los de más edad. Por sexos, el 16,9% de los hombres ingiere alcohol a diario, triplicando el porcentaje de las mujeres que lo hacen.
Respecto a las conductas de alto riesgo están descendiendo en el último lustro entre los hombres. Aun así, cuatro de cada diez varones y una de cada diez mujeres reconocen haber bebido en exceso en el último año.
Los jóvenes de ambos sexos entre 15 y 34 años fuman menos que los mayores encuestados. Este dato coincide con un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) que acredita que entre el 2014 y el 2020 descendió en un 12% el número de personas que consumen tabaco a diario. El incremento de este hábito entre las mujeres ha provocado que no existan diferencias entre ambos sexos, y explica el aumento de la morbimortalidad en este sexo. El 34,6% de los hombres y el 31,6% de las mujeres encuestadas reconocen que fuman todos los días.
En cuanto a los hipnosedantes (psicofármacos con efectos ansiolíticos), el estudio revela que, por primera vez en la última década, se rompe la tendencia de incremento en su consumo. El 23% de los encuestados reconoce haber consumido estos fármacos alguna vez en el año anterior a la realización del sondeo, cinco puntos por debajo de 2019.
Las mujeres son las que más consumen benzodiacepinas, con y sin receta. El 10,7% de las encuestadas manifiesta que las toman a diario, duplicándose el consumo entre los varones. La edad también es determinante: las mujeres multiplican por 8 su ingesta a partir de los 35 años, y los varones lo hacen por 5.
Respecto al cannabis, el consumo experimental sigue creciendo entre los más jóvenes, en especial entre los varones. El 47% de los encuestados reconoce haberlo probado alguna vez en su vida, el 7,8% lo han consumido en el último año y cerca de 10.500 personas presentan riesgo de “consumo problemático”, en especial, los más jóvenes. El perfil del consumidor de cocaína, por otra parte, sigue siendo el de un varón de más de 35 años.
Juegos de azar
En cuanto a los juegos de azar, el estudio señala que el 30% de los encuestados ha jugado con dinero de manera presencial en el último mes, frente al 1% que lo ha hecho de manera virtual. La encuesta estima que el 0,7% de la población entre 15 y 64 años, es decir, unas 4.500 personas, tienen problemas de adicción. El prototipo de jugador compulsivo es un varón de más de 35 años.
En el caso de las nuevas tecnologías, el riesgo de adicción a internet se duplica entre los jóvenes de 15 a 24 años respecto a los llamados millenial (25 a 34 años). El informe concluye que el 1,3% de la población estudiada, unas 8.355 personas, tienen riesgo de engancharse a internet.
Salud mental
Por primera vez, la encuesta incorpora un módulo específico sobre salud mental donde se ha preguntado sobre cinco patologías frecuentes y el suicidio. En ambos casos la población asturiana registra unas prevalencias inferiores a la media nacional.
El 17% de los encuestados afirma que en algún momento de su vida ha sido diagnosticado de ansiedad, depresión, insomnio, ludopatía o adicción a las drogas, siendo las tres primeras las más frecuentes. Por sexo, las mujeres refieren el triple de estos diagnósticos respecto a los varones. Por edad, las personas de 35 a 64 años duplican al grupo etario de los más jóvenes.
Respecto al suicidio, pese a que el 1,2% de los encuestados reconoce haber tenido “ideaciones suicidas en el último año”, los porcentajes de quienes han planeado e intentado poner fin a su vida son muy inferiores. Ser mujer y de mayor edad son variables que aumentan ese riesgo de ideación, planificación e intento de suicidio.
El trabajo de campo del sondeo en Asturias se realizó entre el 15 de febrero y el 22 de junio de 2022, y la encuesta tienen un universo de 1.296 personas (646 hombres y 650 mujeres) con edades comprendidas entre 15 y 64 años. El objetivo del estudio es obtener información para diseñar y evaluar políticas dirigidas a prevenir el consumo de drogas, promover hábitos de vida saludables y abordar las adicciones.