El Gobierno de Asturias financiará con 70.000 euros un programa de ayuda humanitaria de emergencia liderado por Cruz Roja para hacer frente a los efectos de la explosión que se produjo en Beirut el pasado 4 agosto y en la que se estima que perdieron la vida 190 personas y cerca de 6.500 resultaron heridas.
La explosión, que provocó daños en las viviendas de más de 300.000 beirutíes, fue el origen de una emergencia sin precedentes por las necesidades masivas de atención médica que causó, en un contexto ya de por sí complejo por la pandemia de la covid-19.
Además, la zona del puerto de la capital libanesa ha quedado destruida, lo que podría provocar un efecto devastador en la población por la pérdida de capacidad para importar bienes necesarios. Los daños, de amplia extensión territorial, han afectado a infraestructuras, oficinas y viviendas, dejando a miles de personas sin alojamiento y sin suministro de artículos básicos de emergencia, incluidas agua y comida.
Por otra parte, los dos incendios que se produjeron el pasado 10 de setiembre arrasaron varios almacenes en el puerto y afectaron también a varias toneladas de ayuda humanitaria.
El primer objetivo de los fondos del Principado es dar respuesta a las carencias que afrontan las personas heridas por la explosión. Las prioridades son los primeros auxilios y la asistencia médica de emergencia, el apoyo psicosocial, el alojamiento y la provisión de agua potable y saneamiento, así como el apoyo para cubrir necesidades básicas como los alimentos.
De cara al futuro, los primeros análisis indican que el acceso a los servicios de salud esenciales y al suministro de medicamentos serán demandas fundamentales, dado que varios hospitales están dañados o resultan ahora inaccesibles. Estas infraestructuras estaban ya muy limitadas por los efectos de la pandemia del coronavirus.
La partida aprobada esta semana por el Consejo de Gobierno, que reforzará el segundo envío de ayuda humanitaria de Cruz Roja Española, se destinará a la compra de medicamentos y equipamiento sanitario para personas que reciben asistencia en las unidades móviles y en centros de salud de la Cruz Roja Libanesa. También cubrirá la limpieza de estas instalaciones y la adquisición de equipos de protección individual del personal, así como la dotación de mascarillas y gel desinfectante para paciente y familiares que los visitan.
La Cruz Roja Libanesa, fundada en 1945, es el principal proveedor de asistencia prehospitalaria de emergencia (ambulancias) y de servicios de transfusión de sangre en el país. Por su parte, la Cruz Roja Española abrió delegación en el Líbano en 2013, a raíz de la crisis de Siria. Desde entonces, ha colaborado con la entidad libanesa y la Media Luna Roja Palestina, con el objetivo de mejorar los servicios sanitarios y facilitar el acceso a la población refugiada (tanto palestina como siria) y a la población local vulnerable de acogida.