Es el cierre de temporada, la última regata del verano, el lugar dónde todos los amantes de las traineras quieren remar. Para los equipos modestos y de la zona baja de las ligas la ilusión y la satisfacción de poder estar allí supera a cualquier resultado que se pueda dar. En ésta edición, el Club de Mar de Castropol sólo estuvo representado por su equipo femenino, y a las cinco y media de la mañana partía la expedición rumbo a la ciudad donostiarra para competir a las seis de la tarde.
Las condiciones de la mar indicaban que iba a estar «movido», y así fue, viento y olas, que hacen aún más épica ésta regata. Completaron los largos de ida y vuelta con un tiempo de catorce minutos y siete segundos las asturianas, en la vigésimo primera posición de la clasificación final, lejos de Rianxo, su máximo rival a lo largo del verano y con la que intercambiaron posiciones de la zona baja de la tabla en varias regatas de liga.
Por la zona alta lo previsto. Las siete plazas en juego para las jornadas finales fueron para los barcos de la EuskoTren Liga. Orio fue la mejor, y por detrás Tolosaldea, Donostiarra, Hibaika, Hondarribia, Astillero y Zumaia. Zarautz, vigente campeona de la Liga Ete marcó tiempo para estar entre las elegidas, pero una sanción de diez segundos por soltar la estacha antes de tiempo le privó del privilegio y finalizó en novena posición. Chapela, campeona gallega fue décima.
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