La consejera de Desarrollo Rural destaca que la marca Ternera Asturiana consolidó en 2017 su crecimiento sostenido

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La consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, ha explicado este martes que en 2017 se consolidó el crecimiento sostenido de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Asturiana, que se creó hace quince años con 4.162 ganaderos y que ahora suma 5.721 explotaciones. Álvarez ha subrayado que esta marca de calidad, que el ejercicio pasado alcanzó un valor comercial de 29,9 millones, “se encuentra entre las cuatro que más facturan en España y es la segunda de vacuno que  se comercializa en el país”. La consejera, que ha presentado los resultados de la IGP  junto con el presidente del consejo regulador, Rubén Fernández, ha destacado también el “inmenso trabajo” que hay detrás de esta producción, a la que se unieron el año pasado otras 244 explotaciones, una sala de despiece y siete carnicerías.

El 75% del vacuno potencialmente certificable ya forma parte de la marca, un dato que, a juicio de la consejera, significa que la IGP “crece mucho, integra a los ganaderos profesionales de carne y muestra la confianza del sector en la marca”. Álvarez ha valorado, además, el crecimiento de la certificación de ternera asturiana ecológica, con 431.152 kilos en 2017, lo que supone un aumento del 7%. “Esta una cifra reafirma la tendencia ascendente experimentada en la demanda de este tipo de producción por parte de los consumidores”, ha indicado.

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También ha garantizado el respaldo del Gobierno de Asturias a la IGP Ternera Asturiana cuyo éxito, ha señalado, “no es una casualidad, sino que se debe al trabajo bien hecho de muchos profesionales, como los ganaderos que apostaron por las razas asturianas, los mataderos, las carnicerías, los distribuidores y los mayoristas”. Actualmente, más de 10.000 empleos están vinculados a esta indicación geográfica protegida.

Desarrollo Rural destinará este año 400.000 euros a la IGP para control y difusión del producto e intensificará la promoción de los alimentos amparados por sellos de calidad, con el propósito de mejorar la comercialización en canales cortos y también en mercados nacionales. La consejera ha enfatizado que el sector primario no se puede perder de vista cuando se abordan los problemas del medio rural asturiano, como el despoblamiento y el envejecimiento.