La Coordinadora Ecologista de Asturias ha pedido una investigación a la Xunta de Galicia y al Principado de Asturias sobre las razones por las que un «residuo peligroso»- el hidróxido de calcio (cal apagada)- retirado del concejo de Llanera, se está «regalando a los agricultores gallegos» para que le dén uso agrícola en sus tierras. Señala la coordinadora que esta sustancia «ha estado a la intemperie más de 20 años y la empresa a la que se ha adjudicado la retirada del material, CESPA SA- del grupo Ferrovial- como gestor autorizado de residuos, está regalando las primeras toneladas de hidróxido cálcico a los agricultores gallegos para uso agrícola, sin advertirles de la procedencia de esos residuos». La Coordinadora Ecologista entiende «que este uso agrícola vulnera la sentencia que obligo la retirada de este residuos al entenderlo como residuo peligroso», quiere saber qué control hay sobre el tratamiento del residuo retirado por parte de Cespa Gestión de Residuos, S.A y su gestión posterior; si se comunicó por parte del Principado a la Xunta de Galicia el traslado de este material para su tratamiento a una planta de la localidad de As Somozas; si tiene autorización de la Xunta para los vertidos en el campo de este residuo o qué alternativas baraja el Principado sino se puede encontrar ninguna utilidad nueva a este residuo, como ha ocurrido hasta ahora».
Fernando Marrón, del sindicato agrario gallego USAGA- desconociendo el caso concreto que denuncia la Coordinadora Ecologista- recuerda la cal apagada es de aplicación habitual para modificar el Ph de la tierra, y que en función de cómo se use, el producto puede ser útil o tóxico, como cualquiera de los otros que se utilizan en la faena agrícola. Lo que sí tiene claro es que si cae en manos de agricultores, éstos le darán el uso debido.