La Coordinadora Ecoloxista de Asturias insta a la Confederación Hidrográfica a que exija sin demora la demolición de la presa de la presa de Pé de Viña y sus obras complementarias en el río Eo, una vez que la Audiencia Nacional ha ratificado la sentencia que confirma la decisión del Ministerio de Transición Ecológica, de que Enel Greenpower España debe demolerla. Han sido varios años en los que la Coordinadora Ecologista de Asturias y los pescadores, han venido reivindicando esta decisión, pospuesta en varias ocasiones «debido a los bloqueos legales por parte de la eléctrica».
La presa data del año 1907 y está situada en las localidades de San Tirso de Abres (Asturias) y Trabada (Lugo). Su demolición supondrá «una notable mejoría tanto para la calidad de las aguas como para el ecosistema fluvial del Eo». La mejora de las aguas se extenderá también ala fauna ligada al cauce del río: el Eo está poblado de especies acuáticas migratorias como el sábalo, el salmón atlántico o la lamprea marina. También es refugio de la anguila, una especie «cuya supervivencia está en extremo peligro».
El Plan Hidrológico de la cuenca subraya que los usos hidroeléctricos son una de las mayores presiones que soporta la cuenca del Eo, con 112 extracciones de agua y un volumen derivado de 13.287 hm3/año de un total de 15.192 hm3/año. Esta explotación ocasiona «considerables alteraciones en las condiciones hidromorfológicas de la cuenca» en la que se cuentan unas 57 derivaciones en su parte occidental. En cuanto al río Eo, «su explotación hidroeléctrica alcanza la sustracción máxima autorizada de 189’2 hm3/año de un total de 260’1 hm3/año». El tramo del río cuenta con 30 azudes de entre 2 y 10 metros de altura y un desvío hidroeléctrico cuyas consecuencias son evidentes en las áreas de pesca recreativa donde especies como la trucha común migradora y el salmón atlántico ven alterada su deriva, ya que ambas especies necesitan ríos sin obstáculos.