La Guardia Civil ha procedido a investigar a dos varones, D.C.C y C.M.S de 28 y 50 años de edad respectivamente, como presuntos autores de varios de delitos de falsificación de documento público y estafa. Uno, titular de una empresa dedicada al transporte de ganado, el otro, conductor.
El pasado día 17 de diciembre se recibió en el SEPRONA de la Guardia Civil una información en la que se hacía constar de la existencia de una canal de bovino retenida en un matadero del Principado, ante la sospecha de una posible manipulación en los crotales del animal. Los crotales son esa especie de “pendientes” de plástico que se aplican a las orejas del animal y en los que están troquelados una serie de números que lo identifican. La Guardia Civil comenzó entonces una investigación que le permitió detectar diversas anomalías, tales como que la dentadura del animal correspondía con un animal mayor de 60 meses, hecho que no concordaba con la fecha de nacimiento reflejada en la ficha del animal. En los análisis de los crotales, se observó que en las placas de plástico que forman ambos crotales (macho y hembra) se reflejaba un año de fabricación distinto del plástico, con una diferencia de 20 años. Se supo también que el titular de la explotación ganadera aseguraba que la res que él había vendido correspondía con un animal de 28 meses, no con la vaca de más de 60 meses recepcionada en el matadero, y que respecto a los documentos que amparan el transporte legal del animal (Documento de movimiento para ganado dentro del Principado de Asturias y Declaración del Responsable/titular de la explotación), no reconocía su firma. En el transcurso de la investigación se tuvo conocimiento de otro hecho similar el día 10 de enero en otra explotación ganadera. Ambos casos coincidían prácticamente en todos los extremos. Gracias a la extracción del ADN y análisis genético llevado a cabo en este segundo caso, se pudo demostrar que la vaca que salió de la explotación de origen no es la misma res que llegó al matadero para ser sacrificada.