Este sábado, al mediodía, se desarrollaron de manera simultánea las concentraciones convocadas desde las Plataformas Xente de Oscos-Eo, Xente de Noroccidente y Plataforma Entorno Pico Cubel, en Taramundi, Luarca y Pravia, con motivo de la entrega de firmas recogidas para exigir «parar y planificar». Es decir, «parar la burbuja eólica, la avalancha de más de 60 proyectos en tramitación, para cuestionarnos el modelo energético y construir una transición energética justa, basada en un modelo de energía renovable y distribuída». Eva Fernández, de Xente del Noroccidente, explicó que ayer se entregaron 3.665 firmas recogidas por las tres Plataformas en los últimos meses en varios ayuntamientos del Occidente, ante la Federación Asturiana de Concejos (FACC), en Presidencia del Principado y ante varias consejerías del gobierno regional.
Desde la Asociación de Vecinos de Paredes, José Ramón Alba, su vicepresidente, mostraba preocupación por una eventual instalación de eólicos en esa zona del concejo valdesano, que sería » la desgracia» del Valle.
Andreas, vecino de La Candanosa, explicó cuál es la situación que le afecta: vive en la localidad «más amenazada por el proyecto de Palancas», que prevé la instalación de tres molinos: «uno, a 400 metros de mi casa». Con una peculiaridad: «en La Candanosa no tenemos corriente eléctrica, no tenemos electricidad, pero tenemos que sacrificarnos por esos molinos», dijo.
Rosa María, vecina de San Pelayo, recuerda que en su pueblo viven 40 vecinos y vecinas. Y que el parque previsto en Las Palancas prevé la instalación de tres molinos que doblan en altura a la Catedral de Oviedo. Tendrán fuerte impacto visual, dice, porque están cercanos a la costa. Aunque también se debe tener en cuenta el impacto en el medio ambiente: flora, fauna… y se pregunta dónde irán a parar, señala, los aceites que se usan para el mantenimiento de los eólicos.
En la concentración estuvo presente AMCA, la Asociación de Mujeres Campesinas. Azucena Rivas, secretaria del colectivo, ha lamentado «la situación en la que se encuentra del mundo rural debido a los intereses de cuatro empresas que están jugando con el monopolio y con nosotros porque éste es un modelo energético que no es factible» porque «al final, los eólicos van a ser chatarra y no tiene no tienen futuro pero mientras tanto, nos lo están robando a las mujeres del medio rural», afirmó.
Desde la Asociación de Turismo Rural de Valdés, Avatur, su presidente, Luis Suárez, se confesaba «indignado»: apelaba al «consenso social» que debería de producirse ante una situación como ésta y lamentaba que «el occidente deba albergar todos estos monstruos» – en referencia a los molinos eólicos- «pero luego te vas a los montes del oriente y no hay ni uno; si tan buenos son, vamos a repartirlos un poco», sugería.
Luis Laria, responsable del Parque de La Vida de La Mata, defensor de las renovables, afirma que con los eólicos «se está haciendo un aprovechamiento totalmente irregular, anómalo, problemático, donde realmente esta masificación está generando y va a generar problemas muy graves».
Jesús Landeira también estuvo en la concentración. Y explicaba así los motivos.
Faustino Loy abogaba por un cambio de modelo energético.
Covadonga Tomé, de Podemos Asturias, recordó que la transición energética debe hacerse «contando siempre con la gente que vive en el terreno que son los principales interesados en que la transición energética se lleve adelante, siempre y cuando se respeten sus formas de vida, sus casas, su agricultura, su ganado o su pesca».
La portavoz de la Plataforma «Xente del Noroccidente», Astird Lema, habla del «timo» que supone esta transición hacia las renovables «porque se la está disfrazando con una máscara ecologista y verde cuando realmente no acabamos de superar el viejo paradigma de girar en torno a los beneficios privados de grandes empresas».