Más de 120 militantes y simpatizantes del Psoe se reunieron este mediodía en la tradicional Bonitada de la Agrupación Socialista de Tapia. Entre ellos, los dos candidatos a ocupar la Secretaría General de la FSA-Psoe en septiembre próximo: Adrián Barbón y José María Pérez.
Ana Vigón, la secretaria general del Psoe de Tapia, recordó que en el «nuevo contexto» del Psoe «tenemos dar respuestas serias y solventes a quienes habían confiado con nosotros con su voto». Por eso cree que son fundamentales cuatro ideas para el Psoe del futuro: la cercanía con la militancia y con la calle, una militancia activa y participativa, integración y unidad y aperturismo.
Adrián Barbón, uno de los dos candidatos a la Secretaría general de la FSA-Psoe ha recordado que por primera vez, los militantes socialistas asturianos tendrán oportunidad de escoger a su secretario general, y que la subida de cinco puntos en intención de voto para el Psoe, reflejada por el CIS en estas últimas horas, «refuerza la necesidad del cambio». La vuelta de Pedro Sánchez a la secretaría general del partido «sienta bien al PSOE y tiene que sentar bien a la FSA», afirma. Frente a «la candidatura del cambio, que nosotros representamos», señala Barbón, está la candidatura de José María Pérez, «que apuesta más por el continuismo». A juicio de Barbón, la FSA «tiene que estar en la vanguardia de nuevo, Asturias no puede ser una isla que apueste por el continuismo».
El otro candidato a la Secretaría General de la FSA-Psoe, José María Pérez, destacó en Tapia que el Psoe apuesta, a nivel local y regional por la búsqueda de consensos con la izquierda, «sea Izquierda Unida o Podemos, aunque también hay que contar con que la otra parte tenga disposición» para poder alcanzarlos. El ofrecimiento que lanzó semanas atrás Javier Fernández, «seguirá en pie si soy el próximo secretario general de la FSA-Psoe», afirmó. Pérez asegura además que los socialistas deben «hacer un esfuerzo político para pensar cómo tiene que ser el futuro», un esfuerzo comparable «con la revolución» que supuso el socialismo para Asturias en la década de los 80, «con la reforma del medio rural, llevando la electricidad a muchos pueblos donde no había luz». Ahora, en 2017 , «necesitamos otra revolución en las políticas socialistas, para fijar la población en el territorio y crear nuevas oportunidades de empleo», señaló.